“¿Realmente es posible desarrollo, crecimiento y sostenibilidad?”
Hace unos años se acuñó la expresión “economía sostenible” (entendida como un patrón de crecimiento que concilie el desarrollo económico, social y ambiental) y que estaba en la línea de la Estrategia Europea 2020. Presentaba tres prioridades:
- Crecimiento inteligente: Economía basada en el conocimiento y la innovación.
- Crecimiento sostenible: Una economía que utilice más eficazmente los recursos, sea más verde y más competitiva.
- Crecimiento integrador: Alto nivel de empleo que redunde en la cohesión económica, social y territorial.
Para que lo anterior no quede en meras palabras, grandilocuentes pero palabras, se hace necesario dotar de indicadores cuantitativos que lo sustancien. El Observatorio Socioeconómico de la Provincia de Huesca, realiza esta tarea. Estos son algunos de los indicadores que proponen: VAB sectorial, número de empresas, tasa de paro, innovación, empresas exportadoras, ocupación hotelera, índice de desarrollo humano, educación, empleos verdes, producción energética con energías limpias, infraestructuras, economía sumergida.
Todos los indicadores aplican un ámbito, definición del indicador, periodo (hasta 2011) y fuente. Muy riguroso. Además los datos están actualizados.
Se llega a un ranking de competitividad sostenible para las provincias españolas que conviene observar ya que es un indicador claro de situación, actual y pasada, de la provincia y una base para el análisis de la previsible evolución futura.
Por deferencia insistiré en los datos de Huesca (máxime si tenemos en cuenta que apenas aparece en este tipo de artículos). Ocupa una posición destacada, la 14 entre todas las provincias españolas, y con un índice de competitividad sostenible de 2,14, por encima de la media española de 1,74.
Los primeros puestos los ocupan las provincias del País Vasco y Castilla-León. Barcelona el puesto número 8 pero Madrid el 45. Los últimos puestos las provincias andaluzas y extremeñas. Por lo que me interesa, Castellón está en lugar 9, Valencia 27 y Alicante 48.
¿Qué conclusiones podemos sacar, independientemente de que la crisis haya podido variar ligeramente los puestos en 2011-2012?
- Primero: Que se puede definir la competitividad sostenible y que no es una contradicción dentro del sistema
- Segundo: Que es posible medir el índice de competitividad sostenible
- Tercero: Que es necesario diseñar un desarrollo que tenga en cuenta una serie de indicadores como los señalados y no focalizar en uno o unos pocos, asociados a discursos grandilocuentes pero huecos por desapego a la realidad ciudadana.
- Cuarto: Cada cual conoce mejor las particularidades de su provincia y los motivos por los que ocupa tal o cual lugar.
- Quinto: Se puede observar en que indicador se está mejor y en cual peor. Es una guía para diseñar estrategias enfocadas.